domingo, 24 de marzo de 2013

Alfredo Parra, famoso compositor del Ojo de Agua


ALFREDO PARRA CAMACHO

Por: Sergio A. GALINDO Carrillo
En 1996 escribe esta biografía

En 1943 la crítica de las claves de sol y fa consagró en el pentagrama del triunfo al compositor saltillense, Alfredo Parra Camacho, gracias a su inspirado tema que denominó con el título misterioso de “Venganza”.


La letra de “Venganza” me la proporcionó mi amigo y excelente trovador saltillense -gloria musical de la colonia Mirador en el Cerro del Pueblo-, Regino Ramos Castillo, requinto y segunda voz del famoso Trío “Los Mensajeros”, quien me informó que la interpretaron magistralmente “Los Tres Caballeros”: Raúl Shaw, Roberto Cantoral y Benjamín Correa.

Venganza”, del saltillense por adopción Alfredo Parra, oriundo de Guadalajara, Jal.


Primero, Alfredo, naturalmente cursó en Saltillo, su educación básica en la Escuela Tipo “20 de Noviembre” 
y en la secundaria del glorioso Ateneo Fuente, después de que sus progenitores llegaran a Saltillo, ciudad en la que el joven trovador encontró el calor de la familia de su condiscípulo Romeo de la Peña Flores.

Además, su madre fue la profesora Bertha Camacho, quien trabajó en General Cepeda, Coahuila y en Saltillo, al lado de mi abuela paterna, la maestra rural Francisca Valdés de Galindo, quien le facilitara su estancia en estas latitudes al joven jalisciense.

                       Francisca Valdés de Galindo, maestra rural coahuilense. (Abuela paterna de los gemelos Luis y Sergio Galindo.

Se enamoró de Saltillo, o mejor todavía, se encariñó de la legendaria y singular barriada del Ojo de Agua y desde la cumbre del centenario sitio religioso le cantó a su pueblo adoptivo, a su querido Saltillo, con estas estrofas que tomé del libro intitulado Un Zenzontle para Coahuila, obra que publica su “VIVA COAHUILA”.

CORRIDO DE SALTILLO ó ¡VIVA COAHUILA!

Aquí estoy porque he venido/ a cantarles un corrido,/ que traigo en el corazón,/ tiene sabor a membrillo,/ es el alma de Saltillo,/ lo que aquí les traigo yo.
Mi Coahuila no ha perdido,/ y a naiden le ha presumido,/ sin razón, verdad de Dios,/ tienen fama sus mujeres,/ tiene fama su Laguna/ y se jacta de ser cuna/ ¡ay! De la Revolución.

¡Ay, qué rechula es Coahuila...!/ ¡Pedacito de mi mPatria...!/ Si estoy lejos estoy tríste/ porque me entra una nostalgia.

En Rosita minerales,/ en Monclova los nogales,/ y en San Pedro el algodón/ es Torreón lugar de temple,/ hay en Parras aguardiente/ para darle al vacilón.

Piedras Negras, mi frontera;/ mi Sabinas ganadera/ ¡Ay, que linda es mi región!/ Cuatrociénegas, pueblito/ de hombres sin temor ni miedo,/ donde crecen los viñedos/ ¡Coahuila es tierra de Dios!.

¡Ay, qué rechula es mi Coahuila...!/ Sarapes multicolores/ pa´cobijar mis amores/ entonando esta canción/ “El Barrial”, “LA GUAYULERA”,/ son los barrios de mi tierra/ de Saltillo, de ´onde soy.

En el “OJO DE AGUA” vivo,/ el que quiera algo conmigo/ pa´servirles aquí estoy./ Tengo mi Cerro del Pueblo./ Tengo mi Sierra del Muerto./ ¡Siempre digo lo que siento,/ porque de Coahuila soy!.

¡Ay, qué rechula es Coahuila!...”

Aquí, también el pueblo saltillense escuchó a Alfredo Parra este corrido y sus otras canciones, a través de la estación de radio XEAS, gracias a la amistad que lo ligaba con su propietario, el señor Antonio de la Peña.

                                    Así mismo, el TEATRO OBRERO, donde estuvo el Cine Saltillo, 

posteriormente, albergó al estudiantado del Ateneo Fuente y al pueblo en general para aplaudir y reconocer al exalumno distinguido del Ateneo Fuente, Alfredo Parra Camacho, compositor triunfador de los escenarios de la Capital del país con sus canciones “Venganza” y “Resignación”.
Claro está, que ya había esc uchado el pueblo, en la propia voz del cantautor del Ojo de Agua, otras composiciones de gran valor literario y musical, tales como: “Último Adiós”, “Altivez”, “Cautivo” y “Por Mala Suerte”.

De esta última su letra dice así:
“No quiero volver a verte/ si ya no puedo quererte/ déjame solo/ en mi padecer.

Porqué atormentas mi vida/ si el alma quedó destruida/ fue mi destino/ por mala suerte/ me enamoré.

A Dios puse por testigo/ y fue mi mayor castigo/ quererte siempre/ con devoción.

No quiero volverte a ver/ si no te puedo querer/ fue mi destino/ y por mala suerte/ me enamoré”.

El conjunto musical norteño “LOS LUCEROS”, famoso internacionalmente, cantó los temas de Parra Camacho y su director Luis Gutiérrez me obsequió la letra del bolero “POR MALA SUERTE”, que en exclusiva nacional también reproduce “MEMORIAS DE SALTILLO”, porque en las Antologías más famosas de los compositores mexicanos, no se consigna ningún tema, lamentablemente, de Alfredo Parra Camacho.

Por otra parte, Parra, tocaba en los bajos a los saltillenses que se reunían en el sótano del Hotel y Banco de Coahuila, donde está hoy ubicado Bancomer Centro, ya que deleitaba con voz y piano a los saltillenses y a los turistas que se ponían alegres en el bar de los bajos.

Su inspiración se alimentó con el aroma que exhalaban las mujeres y copas de vino, pues se dejó impregnar por ellas para penetrar en el alma de su pueblo y en su personal alma tríste.
A su muerte, en Saltillo, se dreó la Unión de Trovadores “ALFREDO PARRA CAMACHO” y tanto en las radiodifusoras como en balcones y bares de Saltillo y de México entero se evocaba la memoria del compositor que vivie su juventud en el Ojo de Agua, barrio que inmortalizara en su “Corrido de Saltillo”.

Parra Camacho, justamente, le debe a la XEW su vida de compositor ya que en sus cabinas y estudios se formó musicalmente.
Precisamente de México llegaría a la Sultana del Norte, hoy cuatro veces centenaria, para laborar en la estación radiofónica XET, donde tuviera bajo su dirección el famoso programa denominado “El Pregonero del Norte” y retornó a la ciudad de México, junto con su orquesta para pregonar su triunfo musical por los caminos del país y del continente americano.

El Peregrino de la Música, Alfredo Parra, quien había nacido el 22 de septiembre de 1920 en Guadalajara, “La perla Tapatía”, murió atropellado cerca de Salamanca, Gto., en 1954 y durante muchos años, cada 17 de febrero, se oficiaba una misa en el templo del Señor del Hospital, allá en Salamanca, para encomendar su alma al Señor de los Cielos.

Saltillo le rindió homenaje en vida, en plena juventud, y cuando dejó de existir se hacían programas en su memoria, sobre todo en la XEDE y en muchas otras casa de las ondas hertzianas de la nación y de América.

Solamente le bastaron 34 años para triunfar en la vida con su matrimonio e hija regiomontanos; con su orquesta y sus canciones; y con el recuerdo de su querido Ojo de Agua en Saltillo.

                                           Alfredo Parra sembró amor en la música y en Saltillo.
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MEMORIAS DE SALTILLO # 20 El Folleto de la Historia Local. AÑO IV. PÁGINAS 3 a 7 y la Portada. NOVIEMBRE – DICIEMBRE DE 1996. SALTILLO, COAHUIILA.MEXICO.
Una Colección de la Revista editada por su mismo autor, Sergio A. GALINDO Carrillo se encuentra en el Archivo Municipal de Saltillo.

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