ALFREDO
PARRA CAMACHO
Por: Sergio A. GALINDO
Carrillo
En
1996 escribe esta biografía
En 1943 la crítica de
las claves de sol y fa consagró en el pentagrama del triunfo al
compositor saltillense, Alfredo Parra Camacho, gracias a su inspirado
tema que denominó con el título misterioso de “Venganza”.
La letra de “Venganza”
me la proporcionó mi amigo y excelente trovador saltillense -gloria
musical de la colonia Mirador en el Cerro del Pueblo-, Regino Ramos
Castillo, requinto y segunda voz del famoso Trío “Los Mensajeros”,
quien me informó que la interpretaron magistralmente “Los Tres
Caballeros”: Raúl Shaw, Roberto Cantoral y Benjamín Correa.
“Venganza”, del
saltillense por adopción Alfredo Parra, oriundo de Guadalajara, Jal.
Primero, Alfredo,
naturalmente cursó en Saltillo, su educación básica en la Escuela
Tipo “20 de Noviembre”
y en la secundaria del glorioso Ateneo
Fuente, después de que sus progenitores llegaran a Saltillo, ciudad
en la que el joven trovador encontró el calor de la familia de su
condiscípulo Romeo de la Peña Flores.
Además, su madre fue la
profesora Bertha Camacho, quien trabajó en General Cepeda,
Coahuila y en Saltillo, al lado de mi abuela paterna, la
maestra rural Francisca Valdés de Galindo, quien le
facilitara su estancia en estas latitudes al joven jalisciense.
Francisca Valdés de Galindo, maestra rural coahuilense. (Abuela paterna de los gemelos Luis y Sergio Galindo.
Se enamoró de Saltillo,
o mejor todavía, se encariñó de la legendaria y singular barriada
del Ojo de Agua y desde la cumbre del centenario sitio religioso le
cantó a su pueblo adoptivo, a su querido Saltillo, con estas
estrofas que tomé del libro intitulado Un Zenzontle para Coahuila,
obra que publica su “VIVA COAHUILA”.
CORRIDO
DE SALTILLO ó ¡VIVA COAHUILA!
Aquí estoy porque he
venido/ a cantarles un corrido,/ que traigo en el corazón,/ tiene
sabor a membrillo,/ es el alma de Saltillo,/ lo que aquí les traigo
yo.
Mi Coahuila no ha
perdido,/ y a naiden le ha presumido,/ sin razón, verdad de Dios,/
tienen fama sus mujeres,/ tiene fama su Laguna/ y se jacta de ser
cuna/ ¡ay! De la Revolución.
¡Ay, qué rechula es
Coahuila...!/ ¡Pedacito de mi mPatria...!/ Si estoy lejos estoy
tríste/ porque me entra una nostalgia.
En Rosita minerales,/ en
Monclova los nogales,/ y en San Pedro el algodón/ es Torreón lugar
de temple,/ hay en Parras aguardiente/ para darle al vacilón.
Piedras Negras, mi
frontera;/ mi Sabinas ganadera/ ¡Ay, que linda es mi región!/
Cuatrociénegas, pueblito/ de hombres sin temor ni miedo,/ donde
crecen los viñedos/ ¡Coahuila es tierra de Dios!.
¡Ay, qué rechula es mi
Coahuila...!/ Sarapes multicolores/ pa´cobijar mis amores/ entonando
esta canción/ “El Barrial”, “LA GUAYULERA”,/ son los barrios
de mi tierra/ de Saltillo, de ´onde soy.
En el “OJO DE AGUA”
vivo,/ el que quiera algo conmigo/ pa´servirles aquí estoy./ Tengo
mi Cerro del Pueblo./ Tengo mi Sierra del Muerto./ ¡Siempre digo lo
que siento,/ porque de Coahuila soy!.
¡Ay, qué rechula es
Coahuila!...”
Aquí, también el pueblo
saltillense escuchó a Alfredo Parra este corrido y sus otras
canciones, a través de la estación de radio XEAS, gracias a la
amistad que lo ligaba con su propietario, el señor Antonio de la
Peña.
Así mismo, el TEATRO
OBRERO, donde estuvo el Cine Saltillo,
posteriormente,
albergó al estudiantado del Ateneo Fuente y al pueblo en general
para aplaudir y reconocer al exalumno distinguido del Ateneo
Fuente, Alfredo Parra Camacho, compositor triunfador de los
escenarios de la Capital del país con sus canciones “Venganza” y
“Resignación”.
Claro está, que ya había
esc uchado el pueblo, en la propia voz del cantautor del Ojo de Agua,
otras composiciones de gran valor literario y musical, tales como:
“Último Adiós”, “Altivez”, “Cautivo” y “Por
Mala Suerte”.
De esta última su letra
dice así:
“No quiero volver a
verte/ si ya no puedo quererte/ déjame solo/ en mi padecer.
Porqué atormentas mi
vida/ si el alma quedó destruida/ fue mi destino/ por mala
suerte/ me enamoré.
A Dios puse por testigo/
y fue mi mayor castigo/ quererte siempre/ con devoción.
No quiero volverte a ver/
si no te puedo querer/ fue mi destino/ y por mala suerte/ me
enamoré”.
El conjunto musical
norteño “LOS LUCEROS”, famoso internacionalmente, cantó los
temas de Parra Camacho y su director Luis Gutiérrez me obsequió
la letra del bolero “POR MALA SUERTE”, que en exclusiva nacional
también reproduce “MEMORIAS DE SALTILLO”, porque en las
Antologías más famosas de los compositores mexicanos, no se
consigna ningún tema, lamentablemente, de Alfredo Parra Camacho.
Por otra parte, Parra,
tocaba en los bajos a los saltillenses que se reunían en el
sótano del Hotel y Banco de Coahuila, donde está hoy
ubicado Bancomer Centro, ya que deleitaba con voz y piano a los
saltillenses y a los turistas que se ponían alegres en el bar de los
bajos.
Su inspiración se
alimentó con el aroma que exhalaban las mujeres y copas de vino,
pues se dejó impregnar por ellas para penetrar en el alma de su
pueblo y en su personal alma tríste.
A su muerte, en Saltillo,
se dreó la Unión de Trovadores “ALFREDO PARRA CAMACHO” y tanto
en las radiodifusoras como en balcones y bares de Saltillo y de
México entero se evocaba la memoria del compositor que vivie su
juventud en el Ojo de Agua, barrio que inmortalizara en su “Corrido
de Saltillo”.
Parra Camacho,
justamente, le debe a la XEW su vida de compositor ya que en sus
cabinas y estudios se formó musicalmente.
Precisamente de México
llegaría a la Sultana del Norte, hoy cuatro veces centenaria, para
laborar en la estación radiofónica XET, donde tuviera bajo su
dirección el famoso programa denominado “El Pregonero del Norte”
y retornó a la ciudad de México, junto con su orquesta para
pregonar su triunfo musical por los caminos del país y del
continente americano.
El Peregrino de la
Música, Alfredo Parra, quien había nacido el 22 de septiembre de
1920 en Guadalajara, “La perla Tapatía”, murió atropellado cerca
de Salamanca, Gto., en 1954 y durante muchos años, cada 17 de
febrero, se oficiaba una misa en el templo del Señor del Hospital,
allá en Salamanca, para encomendar su alma al Señor de los Cielos.
Saltillo le rindió
homenaje en vida, en plena juventud, y cuando dejó de existir se
hacían programas en su memoria, sobre todo en la XEDE y en muchas
otras casa de las ondas hertzianas de la nación y de América.
Solamente le bastaron 34
años para triunfar en la vida con su matrimonio e hija
regiomontanos; con su orquesta y sus canciones; y con el recuerdo de
su querido Ojo de Agua en Saltillo.
Alfredo Parra sembró amor en la música y en Saltillo.
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MEMORIAS DE SALTILLO # 20
El Folleto de la Historia Local. AÑO IV. PÁGINAS 3 a 7 y la
Portada. NOVIEMBRE – DICIEMBRE DE 1996. SALTILLO, COAHUIILA.MEXICO.
Una Colección de la
Revista editada por su mismo autor, Sergio A. GALINDO Carrillo se
encuentra en el Archivo Municipal de Saltillo.
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